Te veo sentada, tan linda
pareces un corazón resplandeciente,
como si tu cuerpo estuviera hecho a base
de girasoles y buganvilias
como si tu mirada estuviera hecha a base
de supernovas y cuásares.
Conversas con otro,
aquel que te tiene cautiva
con su charla apausada y galante.
Lo odio por tenerte,
y lo envidio por mirarte...
y respirar de tus labios.
Igual me miras, aunque sea un momento
como mirando a un objeto,
como si fuera un muerto.
No importa, está bien
por hoy, por el momento.
Me alcanza
hasta que te vea de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario