El signo de riqueza más evidente que me has dado,
la fuerza de la gente más próxima que he tenido,
el elenco de personajes que han transitado este camino
de yeguas y mulas, de enfermos y sanos
me ha dado el talante de seguir explorando
de seguir intentando,
y aunque no hay vicio del que no haya escapado
ni muerte que me haya alcanzado,
no tengo a la vista todo el horizonte
ni todo problema abierto lo he cerrado.
Mi límite es mi vida,
soy un corazón atrapado.
Me alimenta el viento
y me da de beber el mar,
estoy enfermo
pero mi corazón es de hierro,
siento que te me vas
pero en verdad soy yo el que se esta yendo.
Me estoy escapando,
pero...
esa última expresión de alegría,
es el signo de riqueza más evidente que me has dado.
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