Viejo dicho aplicado

Fue amor a primera vista y tú lo sabes.
Y aunque el maquillaje tapaba tus mejillas,
pude ver que te sonrojaste
y me amaste.

Me sonreí y tú lloraste,
te quise y tú me odiaste.
Me da risa pensar que te molestaste,
simplemente
porque vi tu corazón encenderse.

Sólo porque te diste cuenta que éramos el uno para el otro,
o tal vez porque sabias que debíamos estar juntos, atados, desesperados.
Tenía miedo de ti
y aún lo sigo teniendo.
Mi corazón tirita
cada vez que recuerdo
lo que estaba sintiendo
y aún siento.
Es por eso que cada noche lo abrigo,
con una colcha especial
que no deja que le entre el viento.

No sabes todo el tiempo que te he esperado.
Ni tampoco sabes cuantas arrugas mi corazón ha ganado.
Tan sólo para llegar al momento,
a ese momento en el que me digas te amo,
te adoro, te quiero con toda el alma.
Tan sólo para darme cuenta que ha sido
un sueño
y que despierto
y estoy solo,
esperando...

Con mi corazón arrugado,
tapado con mi colcha atrapa viento,
cansado y a la vez contento,
soñando, pero a la vez despierto,
pensando...

Que, aunque sólo haya sido un sueño
y en ese sueño te esté esperando
y encima tirite de frío mi corazón asustado,
te sonreí y tú me odiaste.
Y sólo se odia…
…lo que alguna vez se ha amado.

El último abrazo

Tengo hambre,
tengo suerte.
Tengo frío,
estas ausente.

Tengo,tengo,tengo,
falta el ritmo.

Tienes húmedos los labios,
los míos están temblando.
Tu boca es una cereza ardiente
y tu luctuosa mirada indica llanto.
Esto es paradoja o ...
me estaré aprovechando.
Quizás,
quizás me estés engañando.
Que importa ...
seamos felices
mi cuerpo te lo esta gritando.

Oye ...
acaso no me estas escuchando
o estoy pensando muy bajo.
Recién me doy cuenta
que desde hace un rato
en verdad no estas respirando.

Espera ...
no te vayas aún,
te amo.
Te abrazo fuerte,
estas exhalando.

Espérame,
allá vamos.

El signo de riqueza

El signo de riqueza más evidente que me has dado,

la fuerza de la gente más próxima que he tenido,

el elenco de personajes que han transitado este camino

de yeguas y mulas, de enfermos y sanos

me ha dado el talante de seguir explorando

de seguir intentando,

y aunque no hay vicio del que no haya escapado

ni muerte que me haya alcanzado,

no tengo a la vista todo el horizonte

ni todo problema abierto lo he cerrado.

Mi límite es mi vida,

soy un corazón atrapado.

Me alimenta el viento

y me da de beber el mar,

estoy enfermo

pero mi corazón es de hierro,

siento que te me vas

pero en verdad soy yo el que se esta yendo.

Me estoy escapando,

pero...

esa última expresión de alegría,

es el signo de riqueza más evidente que me has dado.

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